Dolores Ibárruri "La Pasionaria"
1895-1989
Dolores Ibárruri, símbolo de la Segunda República y de la lucha antifascista. Defensora de los trabajadores y trabajadoras. Abanderada de los derechos de la mujer. Luchadora incansable que vivió sin renunciar a sus principios:
“Es mejor morir de pie que vivir arrodillado”
Dolores Ibárruri, la Pasionaria, pseudónimo escogido porque publicó su primer artículo, en El Minero Vizcaíno, un viernes de Pasión en Semana Santa. Y pasión es lo que puso en sus artículos, y sobre todo en sus discursos. Una prosa combativa que la llevó a la cárcel en varias ocasiones. Un grito de lucha, “¡No pasarán!”, tenaz e inagotable.
Impresionada por la victoria de los bolcheviques en la Revolución Rusa, se involucró en la formación del Partido Comunista Español (PCE) en 1920, llegando a ser secretaria general del Partido y más tarde, en 1960, su Presidenta.
Hija de mineros. Costurera y sirvienta. Lectora voraz y política de vocación. Madre de 6 hijos, de los que solo dos sobrevivieron. Mujer de negro. Brillante. Activista. Carismática.
Tras la derrota en la Guerra Civil, se exilió en la URSS. Allí continuó su labor como representante de España en la Internacional Comunista. Mujer incansable e inquieta, vivió en China, Bulgaria, Rumanía… Hasta que regresó a España, tras la muerte de Franco, en 1977.
A sus 82 años fue elegida diputada del partido por el que luchó toda su vida. Y cogidita del brazo del escritor Rafael Alberti, entró en las Cortes, con su pelo recogido en un moño y su vestido negro.
El 12 de noviembre de 1989, murió en Madrid a los 93 años. Y su entierro, multitudinario, constituyó una de las mayores manifestaciones de duelo.