Gloria Fuertes
1917-1998
«Superviviente de desgracias gordas y penas finas». Poeta de niños («Un globo, dos globos, tres globos / La luna es un globo que se me escapó») y poeta de mayores.
Siempre poeta y siempre mujer. Una “mujerpoeta” o una “poetamujer”. Una “Verso con faldas”, una “Poeta de Guardia”, una “estajanovista del verso”. Una “Mujer de verso en pecho”, un “Diccionario estrafalario”. ¡Qué importa! Fue eso y más. Gloria fue lo que quiso ser y a pesar de.
«A veces miento por no hacer daño, o por contar una verdad, porque hay muchas verdades que sólo se pueden contar mintiendo, porque son demasiado grandes. Por lo demás yo no miento nunca. La verdad es como mi teta izquierda: siempre la llevo puesta».
Contagiosa del buen humor y humana y generosa y vuelta a ser poeta, ¡tanto!, que nos hace quererla hasta decir basta.
«Soy de ese tipo de persona que –buena nos ha caído- parece que no está haciendo nada, sentada siempre mirando al vacío, pero que dentro de ella se encuentran rascacielos infinitos en construcción. Rascacielos que, pasado un tiempo, asoman, salen a la luz. Escribo porque no sé hacer otra cosa».